Lo decía aquel gran novelista francés, Marcel Proust: "Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia". Es un aforismo tan profundo, tan aplicable y tan cruel. Cruel, por el mensaje, el significado y el poder que le otorga a la individualidad.
En una sociedad como la nuestra, donde estamos tan predispuestos a asumir el papel de víctimas, espectadores y jueces, que alguien nos diga que tenemos la capacidad de cambiar aquello que no nos gusta o quisiésemos mejorar, es para nosotros hasta insultante.
Los resultados de nuestro sistema de educación nos ha relegado en los últimos peldaños a nivel mundial. No somos capaces de entender lo que leemos o resolver básicos problemas matemáticos. No se vislumbra en el corto plazo un plan a seguir para revertir estos resultados a nivel país.
Pero no me resigno a seguir en esa humillante posición. Quiero creer que todos podemos hacer de nuestra parte para "consumir" más conocimiento y menos vanidad. Más investigación propia y menos "copy-paste". Más lectura crítica y menos crítica personal. Que seamos capaces de escribir con una extensión mayor que un comentario en el insta.
Quiero creer que lo podemos lograr. Asumamos esa responsabilidad, esta palabra tan poderosa que mezcla "responder" con "habilidad". Demos respuesta a esta realidad que nos apremia. Hagamos uso de nuestras habilidades, que son muchas. No seamos reactivos a las circunstancias, seamos proactivos con nuestra respuesta..
"Pueden porque creen que pueden", Virgilio.
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