Liderar no es ordenar o mandar. Servir a los demás hace la diferencia en el líder.

Multiplica tu productividad con el Principio de Pareto


Es probable que ya hayas escuchado sobre el principio de Pareto antes, pero creo que muchas veces no le damos la debida importancia en pos a sacarle el máximo provecho. Lo interesante de la ley de Pareto es que se aplica a cualquier aspecto de nuestra vida, desde la cotidianidad de las conversaciones humanas hasta nuestras acciones laborales.




La ley de Pareto también se conoce como ley 80-20, y refiriéndonos específicamente a las actividades de una persona, podemos decir que existen dos grupos; “las pocas que son vitales” y “las muchas que son triviales o sin tanta importancia”. Sobre esta base podemos decir que generalmente, el 20% de las acciones de una persona determina el 80% de sus resultados. Y que los restantes 20% se logran invirtiendo el 80% del tiempo en otras acciones. ¿Interesante no? Entonces, ¿por qué mejor no nos enfocamos en aquellas actividades que nos dan mayor retorno, y por ende, mayor productividad proporcionalmente al tiempo que le dedicamos?

Si hablamos concretamente - por ejemplo un empleado estándar - pasa 8 a 10 horas en un puesto de trabajo. Puedo garantizarte que 2 horas son invertidas en solucionar, crear, guiar, o direccionar un determinado trabajo y eso representa el 80% del éxito laboral en ese día. El tiempo que restante, se dedica a aquellas tareas ‘cuello de botella’ o ‘burocráticas’ pero que en definitiva, solo representan el 20% de las cosas que se debería hacer en aquella jornada.  Lo que debemos adquirir es conciencia de cuáles son esas actividades que marcan la ruta de nuestro trabajo, cuáles son los procesos más eficaces que redundan en mayores resultados, cuáles son las decisiones claves, etc.

Obviamente, ganar el hábito cuesta. Muchas veces nos dejamos llevar por el trajín del día o por la inercia de las circunstancias, y hacemos las cosas que se presentan solamente. Pero si adquirimos conciencia, si somos capaces de detectar cuáles son las tareas claves y cuáles no, incrementaremos enormemente nuestro potencial, nuestra productividad laboral, ahorraremos tiempo para hacer otras cosas, vamos a reducir estrés innecesario, y ciertamente, vamos a crecer como personas y como profesionales.

Yo creo que la ley de Pareto debe ser un enunciado ‘vivo’ en todas las empresas. Y con ‘vivo’ me refiero a que dicha ley se practique todos los días como filosofía de trabajo, como una propia forma de ser de las organizaciones. Priorizar actividades que sean más productivas por sobre las triviales, dedicar tiempo en cantidad y calidad a los mejores clientes, a los mejores proveedores, a los mejores empleados, es decir, a todos aquellos actores que definen los resultados de la empresa.

El tiempo que invertimos en hacer algo ya no regresa, por eso debemos dedicar nuestras horas a aquellas cosas que nos dan el mejor retorno. No por eso dejaremos de hacer todo lo demás, pero si debemos establecer prioridades y adquirir conciencia.


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