La diferencia entre “casi lo compro” y “lo compré”
es el trabajo del vendedor. Él, tiene en sus manos la posibilidad de convertir
oportunidades de venta en ventas concretas. Su rol es vital para el funcionamiento
de todo el sistema organizacional y para el logro de los objetivos.
Las actuales características de un buen vendedor se han extendido y los mismos se han profesionalizado en los últimos años. Anteriormente, el trabajo de un vendedor básicamente consistía en ofrecer un producto a un potencial cliente, es decir, prácticamente no se contaba con ninguna estrategia y/o análisis previo para alcanzar la mayor efectividad posible en cuanto a las visitas realizadas y por ende, la productividad.
Las actuales características de un buen vendedor se han extendido y los mismos se han profesionalizado en los últimos años. Anteriormente, el trabajo de un vendedor básicamente consistía en ofrecer un producto a un potencial cliente, es decir, prácticamente no se contaba con ninguna estrategia y/o análisis previo para alcanzar la mayor efectividad posible en cuanto a las visitas realizadas y por ende, la productividad.
Actualmente existen nuevos paradigmas para gestionar
la venta como resultado de un mercado dinámico, competitivo e informado. Un
vendedor profesional debe adaptarse a estas nuevas exigencias para mejorar su
desempeño y optimizar su tiempo. Resumo a continuación 4 aspectos claves:
-
Imagen:
el primer aspecto que analizamos todas las personas es la imagen. Este
análisis no solamente se hace en el
escenario –vendedor; cliente- sino en todas las relaciones de la vida humana. Inconscientemente
quizá, observamos la vestimenta, la pulcritud e higiene, el orden, etc. en las
demás personas. A partir de nuestra percepción, concluimos mantener o no la
comunicación. La misma consideración realizan los potenciales clientes hacia un
vendedor.
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Conocimiento:
hoy más que nunca los vendedores deben estar capacitados acerca de los
productos que ofrecen, saber sus funcionalidades, atributos, componentes, ventajas,
etc. esto le permitirá presentar una solución y no un producto. También debe
conocer el mercado, la competencia, los precios, etc. El vendedor debe hacer
uso de estos conocimientos para convencer y persuadir al potencial cliente y
cerrar la venta.
-
Seguridad:
la seguridad de un vendedor en cuanto a los productos que ofrece, es inherente
a su conocimiento de esos productos. La seguridad del vendedor es un factor
clave para ganarse la confianza del
potencial cliente. Se debe estar preparado para responder todas las
dudas, preguntas e inquietudes, generando a partir de allí una relación
confiable, familiar y duradera.
-
Estrategia:
la elaboración de una estrategia debe ser el pan de cada día de todo vendedor.
Una correcta estrategia exige investigación y análisis, el vendedor no puede
simplemente salir a la calle y golpear
puertas “a ciegas”. Un vendedor profesional debe analizar donde está su
potencial cliente, cuáles son sus necesidades y/o problemas y como presentar la
solución (producto) para solucionar dicho problema o satisfacer la necesidad.
Todo este proceso se denomina estrategia.
Una vez que
el vendedor perfeccione estos cuatro pasos y los adopte como un hábito, sus
ventas incrementaran, mejorara su productividad, y se convertirá en un
profesional de la venta. Aplicando estos fundamentos, la consecuencia natural
será el éxito.
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