En nuestro lugar
de trabajo es moneda corriente que algunas personas se destaquen más que otras.
Y lo curioso es que comúnmente todos tenemos prácticamente la misma capacidad
cognitiva y de aprendizaje. Sin embargo, estas personas parecen poseer alguna cualidad
adicional que les permiten acceder a
mejores oportunidades laborales. La realidad de las cosas es que todos podemos
ser más eficientes de lo que actualmente somos y sobresalir. A continuación
detallo 5 aspectos que deberíamos tener en cuenta para alcanzar ese cometido:
-
Salir
de nuestra zona de confort: en el sentido de
buscar nuevos conocimientos, y no conformarnos sobre lo que sabemos de nuestro
trabajo. Quizás, exista una forma más eficiente de hacerlo si preguntamos,
indagamos y buscamos nuevas soluciones. También es muy importante conocer todo
lo que se pueda sobre la empresa, las otras áreas de la misma, las personas,
todo lo que nos pueda ayudar a crecer profesionalmente.
-
Confianza:
sentirnos capaces de hacer un excelente trabajo contribuye enormemente a
conseguirlo. Nadie nace sabiéndolo todo, uno va experimentando, probando y equivocándose
algunas veces. Pero no debemos rehuir en la búsqueda de otras posibilidades a
causa del miedo a equivocarse. Las personas que toman riesgos y tienen pro-actividad
son muy valoradas y reconocidas.
-
Apariencia
personal: ya lo decía Maquiavelo “Pocos ven lo
que somos, pero todos ven lo que aparentamos”. Nuestra imagen es el primer
mensaje que enviamos a los demás. Por lo tanto, es muy importante que cuidemos
nuestro aspecto, y no me refiero solamente a la vestimenta, sino cuidar también
nuestro lugar “físico” de trabajo, nuestro espacio, nuestro “orden” dice más de
nosotros de lo que podemos imaginar.
-
Comunicación:
la comunicación hace referencia a nuestra capacidad de relacionarnos con los demás.
Algunos tienen la habilidad natural de comunicarse, pero a otros les cuesta un
poco más. Las personas efectivas tienen desarrolladas su capacidad de comunicación,
y esa herramienta le sirve para “conseguir” muchas cosas que quizás, por sí
solas no lo harían. Si mejoramos esa capacidad, tendremos muchas más
posibilidades de trascender y ser más eficientes en nuestro trabajo. Recuerda,
el límite de tu mundo, es el límite de tu lenguaje.
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Empatía:
ponerse en el lugar de los demás es una destreza que debemos desarrollar todos
los días. Nos permite observar las cosas desde otra perspectiva y en
consecuencia, tomar mejores decisiones. Si conocemos como piensan y sienten
nuestros compañeros de trabajo, nuestro jefe, nuestro cliente, etc. podremos analizar mejor antes realizar una
propuesta, una oferta o iniciar una conversación.
Todos estos
aspectos nos pueden ayudar a mejorar nuestra productividad día a día y destacar
en nuestras labores. Si quieres obtener resultados diferentes, tienes que dejar
de hacer las mismas cosas.
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