Muchas veces resulta difícil resistirse al “status
quo” en el lugar de trabajo. Y me refiero resistirse a esa comodidad de un
puesto cuyas funciones y procedimientos ya lo conocemos de cabo a rabo. No necesitamos
más de tres o seis meses de permanecer en un cargo para acomodarnos totalmente
a esas funciones, perdiendo esa sed de aprendizaje y superación.
En esta experiencia laboral que voy construyendo
todos los días, he conocido a personas que llevan 20, 30 e incluso 40 años en
la misma empresa, y no solo eso, prácticamente se encuentran realizando el
mismo trabajo.
Esto es algo “común” principalmente para las áreas operativas de una organización. Demás está decir que tantos años de servicio deben ser valorados y respetados, ya que por un lado demuestran un absoluto compromiso y amor hacia el trabajo. No obstante, la permanencia durante tantos años en el mismo cargo, demuestran también una falta de ambición positiva de superación. Vale aclarar que uno no tiene ni la más mínima idea de lo que ocurre en la vida personal de esas personas, y capaz existan motivos más que suficientes para no poder escalar en cargos de mayor relevancia a lo largo de los años.
Esto es algo “común” principalmente para las áreas operativas de una organización. Demás está decir que tantos años de servicio deben ser valorados y respetados, ya que por un lado demuestran un absoluto compromiso y amor hacia el trabajo. No obstante, la permanencia durante tantos años en el mismo cargo, demuestran también una falta de ambición positiva de superación. Vale aclarar que uno no tiene ni la más mínima idea de lo que ocurre en la vida personal de esas personas, y capaz existan motivos más que suficientes para no poder escalar en cargos de mayor relevancia a lo largo de los años.
Personalmente creo que ese deseo de superación está
muy ligado a la curiosidad, el aprendizaje y el conocimiento. Es decir, cuanto
más amplia es nuestra mente, cuanto mejor entendemos lo que sucede en nuestro
alrededor, cuando vemos todo el desarrollo que se está sucediendo en el mundo y
queremos ser parte de él, allí surge esa chispa de curiosidad, que nos lleva a
aprender cosas nuevas y generar conocimiento, nos desafía a descubrir nuestro
potencial, nuestras habilidades y capacidades.
El trabajo es el lugar idóneo para aprender y crecer
profesionalmente todos los días. Las personas con ese deseo de aprendizaje son
valoradas, y marcan la diferencia sobre el resto. Y vaya que necesitamos marcar
la diferencia en el trabajo, obtener esa distinción que nos posibilite aspirar
a mejores oportunidades, realizar un trabajo de mayor calidad, y aumentar
nuestro propio bienestar.
Es prácticamente imposible conocer todo lo
concerniente al giro organizacional, pero debemos hacer lo que esté a nuestro
alcance para aprender algo nuevo todos los días. Un colaborador con
predisposición a aprender no pasa desapercibido, y más temprano que tarde, irá
escalando niveles dentro de la empresa.
@GraciaGary
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario